Hoy día, con el consumismo en la era digital, comprar cosas es más fácil que nunca gracias a internet. Las compras ya no se limitan a las tiendas físicas; ya no hace falta salir de casa para conseguir lo que necesitamos (o lo que queremos). Las tiendas en línea, las redes sociales y los anuncios en internet han cambiado mucho la manera en que las personas compran. Este cambio ha hecho que comprar sea algo más rápido y cómodo, pero también tiene consecuencias que vale la pena pensar.
Consumismo y redes sociales.
Las redes sociales son una parte importante de todo esto. En plataformas como Instagram o TikTok, los «influencers» o creadores de contenido muestran productos todo el tiempo. Ellos hacen que las cosas se vean muy atractivas, y muchas personas terminan comprando porque quieren tener lo que los demás muestran. Además, las tiendas ahora hacen publicidad que parece hecha para cada persona. Esto se debe al uso de los algoritmos, usan datos sobre lo que buscamos o compramos para mostrarnos exactamente lo que creen que queremos.
A veces, esta facilidad para comprar nos puede hacer gastar más de lo que planeamos. Es fácil emocionarse con descuentos o cosas que parecen urgentes, como esas ofertas que dicen «solo por hoy» o «compra dos lleva tres«. Sin embargo, esa emoción de comprar algo nuevo suele durar poco, y luego muchas personas sienten que necesitan algo más para volver a sentirse felices entrando en un circulo de consumismo que no acaba.
«El número de compradores digitales a nivel mundial sigue aumentando de forma espectacular. En 2024, había aproximadamente 2.710 millones de compradores en línea en todo el mundo, una cifra que se prevé que aumente hasta los 2.770 millones en 2025. Este crecimiento se ve impulsado por la mejora del acceso a Internet en todo el mundo y por importantes eventos de compras como Amazon Prime Day y Black Friday.»
Impacto del consumismo en la economia
Este tipo de consumo afecta a nuestra economía personal. Muchas personas usan tarjetas de crédito o métodos de pago que les permiten comprar ahora y pagar después. Esto puede ser útil, pero si no se tiene cuidado, puede causar deudas difíciles de pagar. Al final, gastamos dinero en cosas que tal vez no necesitábamos en primer lugar.
El impacto del consumismo digital no solo se siente en nuestras finanzas, sino también en el medio ambiente. Comprar muchas cosas, especialmente ropa o tecnología, genera muchos desechos. El uso masivo de plásticos para la entrega de productos es una constante crítica a los productores. En los últimos años, la empresa Shein ha recibido un sin número de quejas respecto al daño medio ambiental que generan sus producciones de ropa,, calzado y demás productos.
Vida minimalista.
Desde hace un tiempo se ha desarrollado movimientos que buscan cambiar la forma en que compramos. El minimalismo, por ejemplo, promueve
tener solo lo necesario para vivir mejor
También hay marcas que están tratando de ser más responsables con el medio ambiente. Estas iniciativas invitan al consumidor a pensar más antes de comprar algo y a buscar alternativas como reciclar o comprar productos de segunda mano.
El consumismo en la era digital nos ha dado facilidades, pero también nos hace reflexionar sobre cómo esto afecta nuestras vidas y el planeta. Si bien es bueno aprovechar las ventajas de internet para comprar, es importante hacerlo con responsabilidad y pensar en las consecuencias de nuestras decisiones.