La venta de frutas, verduras, tubérculos, empanadas, frituras, golosinas, accesorios y más son el medio de sustento de miles de individuos en la República Dominicana y otros países.
En las calles, día tras día se observan personas en los semáforos, parques y caminos peatonales vendiendo comida o prendas de vestir desde camiones, triciclos, mesas e incluso de pie. A estos comúnmente se les conoce como vendedores ambulantes o buhoneros.
Según el desplazamiento, estos comerciantes se dividen en itinerarios, aquellos que se trasladan de un lugar a otro y solo se detienen cuando van a vender, y en estacionarios, que son aquellos que comercian en un lugar fijo.
En Santo Domingo, las avenidas, calles y sectores más populares están repletos de este tipo de mercaderes. Las aceras de la avenida Mella, la Duarte y los barrios de Villa Consuelo, Villa Juana, Villa María, entre otras zonas, son arropadas por la presencia de comerciantes de diversas nacionalidades como haitianos, venezolanos, dominicanos y en menor medida de otras procedencias.
Dentro de la economía, estos buhoneros forman parte de uno de los sectores más inestables, el informal, caracterizado por los bajos ingresos, largas jornadas, falta de acceso a los sistemas judiciales y a los sistemas de protección social, donde más del 50% de la población dominicana pertenece a este.
Motivos y riesgos del comercio ambulante
Conforme a lo expresado en un artículo publicado por la organización Mujeres en Empleo Informal; Globalizado y Organizado (WIEGO), las causas que empujan a este tipo de vendedores están relacionadas con los obstáculos que se presentan en la economía formal. La falta de flexibilidad en los horarios, el desempleo, la escasez de recursos financieros, el nivel educativo y la desesperada necesidad de un medio para sustentarse a ellos mismos y a sus familias son algunas de las razones que han llevado a miles de personas a incursionar en estos trabajos.
Por otro lado, no son pocos los desafíos a los que se enfrentan estos comerciantes. Desde salir de sus casas a tempranas horas, los bajos ingresos, los robos o daños de las mercancías, el acoso, las confiscaciones, los desalojos, las multas y demás son solo algunos de los riesgos a los que día a día se exponen estos trabajadores.
“Hay veces que usted llega con esa mercancía tempranito, ellos no saben si usted toma dinero prestado para surtir ese negocio y ellos vienen y se lo llevan todo”, comentó André Moïse, un mercader de frutas.
Los buhoneros y el covid-19
Los vendedores ambulantes son uno de los agentes más vulnerables ante las crisis, pues su sustento depende de lo que logran ganar cada día.
La llegada de la pandemia del covid-19 tuvo repercusiones significativas en la población del sector informal, dado que este grupo de individuos se caracteriza por tener empleos mal remunerados, no cuentan con protección social y en su mayoría viven en condiciones precarias.
Del mismo modo, las medidas impuestas por el gobierno de la República Dominicana con el fin de frenar la propagación del coronavirus y salvaguardar las vidas, tuvieron consecuencias negativas en la economía nacional por la masiva pérdida de empleos, la reducción de los ingresos, las quiebras y demás.
Los vendedores ambulantes, al depender exclusivamente de la calle y de quienes transitan y toman la decisión de detenerse y comprarles, fueron parte de los grupos más afectados, y es que al ellos vivir de lo que generan día a día, el confinamiento significó el paro de sus actividades. Al no poder salir a las calles, miles de estos comerciantes habían gastado sus ahorros en los alimentos esenciales, no tenían el dinero para acudir a los centros de salud, se endeudaron e incluso muchos estuvieron a punto de perder sus viviendas por la falta de pagos.
Proyectos implementados por el gobierno dominicano
En otro orden de ideas, en el país se han puesto en marcha diversas obras con el propósito de recuperar los espacios urbanos de la nación. Tal fue el caso en el año 2022, cuando se inauguró el remozamiento de la intersección Duarte con París, a cargo del presidente Luis Abinader; el ministro de Turismo, David Collado; y la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía.
“Esta obra nos llena de orgullo y todos los buhoneros de la zona pueden estar más que seguros de que desde nuestra alcaldía continuaremos trabajando para conservar este gran remozamiento junto a ellos y también seguir ampliando las zonas de intervención”, aseguró Mejía.
Esta obra prometió mejorar el comercio, el tránsito peatonal y vehicular de la zona. Asimismo, garantizar la seguridad, el orden y el respeto de los cientos de personas que tienen en esta área sus puestos de trabajo.
Asimismo, el gobierno y el Ministerio de Turismo presentaron en ese mismo año el “Plan Nacional de Reordenamiento, Regeneración, Capacitación y Financiamiento para Asociaciones y Vendedores Informales de las Playas” donde parte de su propósito era brindarles a los pequeños comerciantes de estas zonas un espacio transformado que incentive el turismo y por consiguiente incremente las ventas.
No obstante, no todas las acciones han sido satisfactorias o del agrado de los vendedores ambulantes, pues también se han llevado a cabo más operativos de desalojo, donde la alcaldía de manera abrupta los despoja de sus puestos y no les brindan soluciones.
Situación actual en el país
De acuerdo con las estadísticas de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central dominicano (BC) durante el último trimestre octubre-diciembre 2023, se detalló que el sector informal en el porcentaje de ocupación presentó una variación interanual de 0.6% con respecto al año anterior, es decir, que pasó de ocupar un 56.2% en el 2022 a un 56.8% en el 2023.
De igual manera, registró que el promedio aproximado del nivel educativo de los que pertenecen a este sector, el 82.8%, posee un nivel igual o superior al secundario.
Sin embargo, se han visto mejorías en la proporción de ocupados que no tienen acceso a la seguridad social vía su ocupación, la cual se ubicó en un 56.5%, disminuyendo en un 1.0% al valor registrado en el año 2022, que fue de un 57.6%.